domingo, 30 de diciembre de 2007

EL “EDUCADOR” POSSE Y LA REVOLUCION DE MAYO, AL APROXIMARSE EL BICENTENARIO

por Víctor O. GARCIA COSTA

Como se suele no tener memoria, al momento de producirse la insólita designación del escritor Abel Posse como ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires, precisamente cuando nos acercamos al Bicentenario de la Revolución de Mayo, única revolución triunfante en nuestra América al punto de que jamás un godo volvió a gobernar en estas tierras, nos ha parecido interesante recordar que, en su carácter de embajador argentino en Checoslovaquia, desde Praga envió al diario La Nación un artículo de su autoría, que el matutino publicó en su edición del 25 de mayo de 1995 bajo el título "25 de Mayo de 1810, o la tentación de existir".
Siempre hemos pensado, y así lo hicimos saber entonces al canciller argentino Guido Di Tella, que tanto el ciudadano como el escritor Abel Posse estaban en libertad absoluta de decir y escribir sobre lo que creían y pensaban, así como de alinearse junto a los "godos" frente a los "criollos" en la secular lucha ideológica de los argentinos y hasta de pretender pasar en sus escritos, de contrabando, sus europeos amores.
Pero el embajador Posse no tenía esa libertad y mucho menos desde la representación que ostentaba de la Nación Argentina, que había nacido, precisamente, ese 25 Mayo de 1810, y menos aún utilizando su ironía para ridi­culizar, tratando de inconscientes manejados y de provocadoras sexuales a los hombres y mujeres que con sus virtudes y sus de­fectos habían hecho posible la existencia de esa Argentina que era fundamento de su representación diplomática.
El embajador Posse se burló entonces cínicamente de los orígenes revolucionarios de la Nación a la que él representabaen Praga en forma onerosa, y lo hacía reiterando una antihistóri-­ca interpretación "goda" que remató con la insensata convocato­ria para que los argentinos nos hiciéramos suizos.
El debate entre "godos" y "criollos" no es nuevo entre nosotros, al punto que es muy anterior a la propia Revolución de Mayo, pero es a partir de ella que cobró definitiva significación.
El artículo del embajador Posse fue un preten­dido nuevo acto de erostratismo, como el que para trascender co­metió Eróstrato, que mandó quemar el templo de Diana en Efeso, seguramente esperando que algún otro Teopompo lo hiciera figurar en la Historia.
En su pretendida ridiculización del carácter popular de la Revolución, llegó a decir el embajador Posse que, al tiempo de la misma, las gallinas andaban picoteando en la puerta del Cabildo. Dijimos entonces y lo reiteramos ahora que de esas gallinas, del mismo pedigree, habían salido descendientes que se paseaban por la calles de Praga en 1995, especialmente en las veredas de la Embajada de la Nación Argentina y que ahora, desde hace dos días, andan por el Palacio Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
Distribuido por Argenpress 11-12-2009

NI TAN TAN, NI MUY MUY

Se realizaron las elecciones generales y el 10 de diciembre asumió el nuevo gobierno nacional que, a decir de verdad, a estar por la designación de ministros, no es tan nuevo. Esto no es, en primera instancia, ni bueno ni malo. Depende de las idoneidades, cualidades y sospechas que pueden caer sobre los designados. Es verdad, una mujer asumió por primera vez en forma directa la presidencia de la República y eso sí es nuevo. Su discurso en la asunción de su cargo tiene algunas afirmaciones positivas que implican, en cuanto no sean sólo palabras, una toma de `posición frente a problemas graves que afectan a la sociedad argentina. Uno de ellos, fundamental por su implicancia, el relativo al deterioro de la educación y a las responsabilidades.
Lo hemos dicho antes y no vamos a cambiar de opinión ahora, no nos gustó el mecanismo de elección de los candidatos en donde el dedo reemplazó a la voluntad de los afiliados de los partidos, la mayoría de ellos, es verdad, divididos y maltrechos.
Sería injusto no reconocer lo hecho durante la presidencia del doctor Kirchner, a la luz de la situación que viviamos en diciembre de 2001 en que estuvimos al borde de una guerra civil. También lo hemos dicho, estamos de acuerdo con los lineamientos generales en las relaciones internacionales, el impulso a la unidad latinoamericana y al Mercosur y no dejamos de reconocer las mejoras sociales que ha ido alcanzando una parte postergada de la sociedad argentina.
Pero urge recuperar el dominio en el manejo de transportes, energía, comunicaciones e industrias básicas, para dejar de ser presos de los monopolios. Asimismo, reconstruir la cultura del trabajo asegurando un ingreso mínimo, vital y móvil. También urge reconstruir el ingreso de los jubilados cuya inmensa mayoría percibe la jubilación mínima.
Debe prestarse atención a las cuestiones culturales. No todo el mundo en Argentina está para ver y escuchar basura. El espectáculo de despedida de Julio Bocca, espectáculo gratuito y en la vía pública, mostró que cientos de miles de personas no están dispuestas a revolcarse en el estiercol de la mayoría de los espectáculos y programas televisivos
Hay capítulos gravísimos que no sólo no se han morigerado sino que se han agravado hasta límites intolerables: uno es el de la seguridad; el otro es el del narcotráfico, que está haciendo estragos en todos los estratos y edades de la sociedad argentina. Son problemas que se retroalimentan a la luz de las complicidades y de la corrupción estructural existentes en todos los niveles.