domingo, 30 de diciembre de 2007

EL “EDUCADOR” POSSE Y LA REVOLUCION DE MAYO, AL APROXIMARSE EL BICENTENARIO

por Víctor O. GARCIA COSTA

Como se suele no tener memoria, al momento de producirse la insólita designación del escritor Abel Posse como ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires, precisamente cuando nos acercamos al Bicentenario de la Revolución de Mayo, única revolución triunfante en nuestra América al punto de que jamás un godo volvió a gobernar en estas tierras, nos ha parecido interesante recordar que, en su carácter de embajador argentino en Checoslovaquia, desde Praga envió al diario La Nación un artículo de su autoría, que el matutino publicó en su edición del 25 de mayo de 1995 bajo el título "25 de Mayo de 1810, o la tentación de existir".
Siempre hemos pensado, y así lo hicimos saber entonces al canciller argentino Guido Di Tella, que tanto el ciudadano como el escritor Abel Posse estaban en libertad absoluta de decir y escribir sobre lo que creían y pensaban, así como de alinearse junto a los "godos" frente a los "criollos" en la secular lucha ideológica de los argentinos y hasta de pretender pasar en sus escritos, de contrabando, sus europeos amores.
Pero el embajador Posse no tenía esa libertad y mucho menos desde la representación que ostentaba de la Nación Argentina, que había nacido, precisamente, ese 25 Mayo de 1810, y menos aún utilizando su ironía para ridi­culizar, tratando de inconscientes manejados y de provocadoras sexuales a los hombres y mujeres que con sus virtudes y sus de­fectos habían hecho posible la existencia de esa Argentina que era fundamento de su representación diplomática.
El embajador Posse se burló entonces cínicamente de los orígenes revolucionarios de la Nación a la que él representabaen Praga en forma onerosa, y lo hacía reiterando una antihistóri-­ca interpretación "goda" que remató con la insensata convocato­ria para que los argentinos nos hiciéramos suizos.
El debate entre "godos" y "criollos" no es nuevo entre nosotros, al punto que es muy anterior a la propia Revolución de Mayo, pero es a partir de ella que cobró definitiva significación.
El artículo del embajador Posse fue un preten­dido nuevo acto de erostratismo, como el que para trascender co­metió Eróstrato, que mandó quemar el templo de Diana en Efeso, seguramente esperando que algún otro Teopompo lo hiciera figurar en la Historia.
En su pretendida ridiculización del carácter popular de la Revolución, llegó a decir el embajador Posse que, al tiempo de la misma, las gallinas andaban picoteando en la puerta del Cabildo. Dijimos entonces y lo reiteramos ahora que de esas gallinas, del mismo pedigree, habían salido descendientes que se paseaban por la calles de Praga en 1995, especialmente en las veredas de la Embajada de la Nación Argentina y que ahora, desde hace dos días, andan por el Palacio Municipal de la ciudad de Buenos Aires.
Distribuido por Argenpress 11-12-2009

NI TAN TAN, NI MUY MUY

Se realizaron las elecciones generales y el 10 de diciembre asumió el nuevo gobierno nacional que, a decir de verdad, a estar por la designación de ministros, no es tan nuevo. Esto no es, en primera instancia, ni bueno ni malo. Depende de las idoneidades, cualidades y sospechas que pueden caer sobre los designados. Es verdad, una mujer asumió por primera vez en forma directa la presidencia de la República y eso sí es nuevo. Su discurso en la asunción de su cargo tiene algunas afirmaciones positivas que implican, en cuanto no sean sólo palabras, una toma de `posición frente a problemas graves que afectan a la sociedad argentina. Uno de ellos, fundamental por su implicancia, el relativo al deterioro de la educación y a las responsabilidades.
Lo hemos dicho antes y no vamos a cambiar de opinión ahora, no nos gustó el mecanismo de elección de los candidatos en donde el dedo reemplazó a la voluntad de los afiliados de los partidos, la mayoría de ellos, es verdad, divididos y maltrechos.
Sería injusto no reconocer lo hecho durante la presidencia del doctor Kirchner, a la luz de la situación que viviamos en diciembre de 2001 en que estuvimos al borde de una guerra civil. También lo hemos dicho, estamos de acuerdo con los lineamientos generales en las relaciones internacionales, el impulso a la unidad latinoamericana y al Mercosur y no dejamos de reconocer las mejoras sociales que ha ido alcanzando una parte postergada de la sociedad argentina.
Pero urge recuperar el dominio en el manejo de transportes, energía, comunicaciones e industrias básicas, para dejar de ser presos de los monopolios. Asimismo, reconstruir la cultura del trabajo asegurando un ingreso mínimo, vital y móvil. También urge reconstruir el ingreso de los jubilados cuya inmensa mayoría percibe la jubilación mínima.
Debe prestarse atención a las cuestiones culturales. No todo el mundo en Argentina está para ver y escuchar basura. El espectáculo de despedida de Julio Bocca, espectáculo gratuito y en la vía pública, mostró que cientos de miles de personas no están dispuestas a revolcarse en el estiercol de la mayoría de los espectáculos y programas televisivos
Hay capítulos gravísimos que no sólo no se han morigerado sino que se han agravado hasta límites intolerables: uno es el de la seguridad; el otro es el del narcotráfico, que está haciendo estragos en todos los estratos y edades de la sociedad argentina. Son problemas que se retroalimentan a la luz de las complicidades y de la corrupción estructural existentes en todos los niveles.

lunes, 19 de noviembre de 2007

OTRA MUESTRA DEL DESINTERES OFICIAL POR LA HISTORIA Y LA CULTURA ARGENTINAS


Por Víctor O. GARCIA COSTA
El día miércoles 17 de octubre, después de haber sido expuestos los días 3, 4, 5, 6, 7 y 8 de octubre de 2007, se subastaron por Martín Saráchaga los lotes 1371 a 1768 pertenecientes a la Ex Colección Alberto Eugenio Dodero, números correspondientes a libros, manuscritos, grabados, documentos e impresos antiguos, de importante valor artístico e histórico.
Un lujoso Catálogo dio pormenorizada cuenta de la Ex Colección Dodero, cuidadosamente ilustrado con una serie de reproducciones de algunos de los elementos en subasta. El Catálogo llegó a nuestras manos con posterioridad, como generoso obsequio de nuestro amigo, el investigador y ex Presidente del Instituto Moreniano, doctor Patricio José Clucellas.
En la página 74, segunda columna, pudimos leer el detalle del lote 1498: “MORENO, Dr. Mariano “…Nos D.D. Emmanuel Gil, Regalis…” Advocatus & Rector… Univerfitatis Santi Francisi Xaverij… Mariano Moreno Licentiati atque Doctoris... Datum in Civitati Platensi die fexta mensis Decembris anni... Firmado Doctor Emmanuel Gil... “Refrendado por el secretario de la Universidad...”. Importantísimo y valiosísimo documento integrante manuscrito del título de abogado de Moreno. Con sello conservado. In 4º. Apaisado. Enmarcado”. Esto es: un documento correspondiente al título de abogado obtenido por Mariano Moreno en la Universidad de Chuquisaca.
Consultado el doctor Clucellas por nosostros sobre si había habido oferentes oficiales para la adquisición y retención por el Estado argentino de tan importante documento nos dijo, apesadumbrado, que él había ofertado hasta los $ 13.000 pesos pero que, rematado en una suma mayor, había escapado a sus posibilidades.
Como es común en las subastas, el comprador sólo dio sus iniciales: H.P. Por otra parte, los datos del remate son confidenciales. Aparentemente, la Biblioteca Nacional compró algo el día anterior, pero el día del remate del manuscrito integrante del título de abogado de Mariano Moreno parece que no concurrió.
No es la primera vez, aunque no sea este el caso por que no asistimos a la subasta, en que hemos debido presenciar, ante la desidia y el desinterés de nuestros funcionarios, la adquisición para repositorios particulares nacionales y universitarios extranjeros de importantísima documentación en la que está registrado el pasado histórico argentino.
Publicado por Argenpress 15-11-2007

miércoles, 5 de septiembre de 2007

EL TRIUNFO DE BINNER Y EL FUTURO DEL SOCIALISMO



por Víctor Oscar GARCIA COSTA

El triunfo de Hermes Binner en la provincia de Santa Fe no debía sorprender a nadie: tres buenas intendencias socialistas en la ciudad de Rosario a lo largo de 18 años continuos, ejercidas por Héctor Cavallero, hoy cabeza de otro partido, Hermes Binner y Miguel Lifschitz fueron sentando las bases de este acceso de Binner a la gobernación de la provincia.
Salvando las distancias, inclusive de tiempo y forma, como Alfredo L. Palacios en 1904, primer diputado socialista de Argentina y de América, como Enrique del Valle Iberlucea en 1912, primer senador socialista de Argentina y de América, Hermes Binner es el primer gobernador socialista de una provincia argentina, aunque electo por un variopinto frente electoral.
En el viejo y glorioso Partido Socialista, aquél de más de 40 diputados nacionales en medio de la proscripción radical, en 1932, y que ganaría la Capital diez años después, en 1942, antes del golpe militar de 1943, se iniciaría en 1957 el ciclo de las divisiones profundas hasta alcanzar el carácter de una verdadera cariocinesis. No es que no hubiera habido divisiones anteriores. La primera fue en 1896 con la autoseparación de los sindicalistas, la segunda con la de los socialistas argentinos tras la expulsión de Alfredo L. Palacios en 1915, divisiones que tuvieron la característica del retorno de la mayoría de los escindidos, en algunos casos voluntariamente y, en el caso de Palacios, a pedido expreso del Comité Nacional.
A esa división le siguió la de los independientes en 1928, que integraron la Concordancia, y la de los socialistas obreros, en 1934, que en gran número retornarían al viejo tronco partidario.
Junto con la aparición del peronismo y a la luz de la posición ante él, vendrían otras escisiones, en algunos casos en forma individual y, en otros, un tanto masivamente. Tras el golpe militar de 1955 la escisión sería muy profunda y, en 1957, el partido se dividiría en dos: Partido Socialista Democrático y Partido Socialista Argentino y la formación de algún Partido Socialista provincial. En tanto el primero se mantuvo más o menos unido, el Socialismo Argentino, tras el triunfo de Palacios en la Capital Federal, en 1961, se dividiría y subdividiría y tendría una nueva escisión en 1966. Todos los partidos socialistas resultantes de esas escisiones comenzaron a evidenciar la cuádruple crisis que vivía el socialismo desde mucho antes: crisis ideológica, crisis de identidad, crisis de crecimiento y crisis de representación.
Tras la constitución del Partido Socialista Popular, por un acuerdo luego denunciado, esa crisis múltiple se fue acentuado con el correr de los años hasta incorporar un nuevo elemento crítico, que conllevaba una gran carga de individualismo, manifestado en la búsqueda de la realización personal en un abanico de posiciones electorales que mostraba que cada grupo denominado “socialista” podía acompañar al radicalismo, al peronismo, a partidos de izquierda menores y realizar otras alquimias electorales, llegándose al extremo de que, prácticamente con un sello, se hubiese podido ser concejal peronista y, luego, diputado radical. La llamada “libertad de acción” de los afiliados fue y es el reconocimiento de la crisis ideológica y de identidad y la negación del sistema de Partidos.
Habíamos pensado que el triunfo de Binner podía frenar, en alguna medida esa dispersión electoral existente en el nuevo Partido Socialista, al borde de una nueva división, y abrir las puertas a otros Partidos Socialistas menores, como el Partido Socialista Auténtico, que deambula sin destino cierto, o el Partido Socialista Auténtico del Chubut, no integrados al nuevo Partido Socialista, en evidente crisis, y marchar a la constitución de un gran Partido Socialista, orgánico, unido ideológicamente, disciplinado, capaz de ofrecerse como una alternativa para la representación de una parte importante de la sociedad argentina.
Creíamos que Binner iba a asumir un papel central en la definición de lo qué debe ser hoy un Partido Socialista en serio y en su conducción frente a las actuales circunstancias. Por la actitud equívoca en la política de alianzas y las últimas decisiones, tomadas e insinuadas, tenemos la impresión de que se está por perder una gran oportunidad.
Publicado por Argenpress. edición 1906. Martes 04-09-2007.

ADIOS A MARIO MONTEVERDE, UN PERIODISTA DE ALMA

El pasado lunes 27 de agosto falleció Mario Monteverde. Periodista de alma, su labor ha dejado honda huella en los medios impresos, radiales y televisivos por los que pasó y en la Agencia Télam, de la que fue Director. En un medio proclive a las buenas acciones, pero también a grandes egoísmos y mezquindades, Mario Monteverde se caracterizó por su profesionalidad y su generosidad, siempre dispuesto a allanar el camino de los perseguidos y ayudar a los que hacían sus primeras armas en la profesión. Recordó José Miranda Lugano refiriéndose a su ingreso en Radio Rivadavia: “Trabajé con casi todos los de la época de oro. Cuando llegué estaba terminando Jorge Fontana y era el comienzo de Héctor Larrea. En el Informativo, me inicié con un maestro: Mario Monteverde. En aquel tiempo no había computadora, sino que se escribían a máquina los boletines, y Mario, diez minutos antes de salir al aire, chequeaba el Boletín, y si no le gustaba lo tiraba y te decía que no servía y que fueras a hacer otro, pero lo importante era que te explicaba puntualmente por qué no servía”. Mario Monteverde fue el creador y director de la Revista radical “Inédito”, en la que aparecía como columnista Alfonso Carrido Lura (Raúl Ricardo Alfonsín) y que completó 100 números a lo largo del tiempo que duró la dictadura inaugurada por Onganía en 1966, ha recordado Santiago Senén González, rememorando las reuniones de cierre de esa revista, con Mario Monteverde, Gregorio “Goyo” Selser y Rogelio García Lupo. Con Pablo Kandel, Mario publicó “Entorno y caída”, que editó Planeta en 1976, referido a la política argentina entre 1974 y 1976, es decir, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. Cuando se produjo el golpe militar del 24 de marzo de 1976, Mario Monteverde conducía “De cara al país”, que se emitía todos los días al mediodía por Radio Rivadavia. La dictadura lo interrumpió. En 1986, por decisión del gobierno de Alfonsín, un equipo encabezado por Mario Monteverde y Carlos Somigliana editó las imágenes del juicio a las juntas militares en seis videos de dos horas cada uno. Se iban a emitir por ATC a lo largo de una semana, como una miniserie. Aquel trabajo, titulado "Señores, ¡de pie!" estuvo terminado el 24 de diciembre de 1986 y ATC, para una repercusión mayor, decidió programarlo para después de las vacaciones de verano. Las presiones militares de marzo de 1987 llevaron a posponer su salida al aire. Pero después de la rebelión carapintada de Semana Santa, la emisión quedó definitivamente cancelada. Por televisión, en Canal 7, condujo el programa “De bueyes perdidos”. Asimismo, tuvo a su cargo un programa de media noche por Radio Municipal. También incursionó en la temática histórica. En “Todo es Historia”, dirigida por Félix Luna, aparecieron: “Hábitos, instituciones y curiosidades radicales”, que se publicó en el número 170 y “Balbín preso”, que se publicó en el número 174. Fue Asesor del Bloque de Diputados Nacionales de la Unión Cívica Radical. Mientras su salud se lo permitió fue un asiduo concurrente a la Mesa de los Jueves, en la que cada uno tiene su frase de llegada. Mario Monteverde arribaba con un irónico y cálido “Amigos del automovilismo...” Corría el mes de junio de 2005 y el inicio del deterioro en la salud neurológica de Mario Monteverde se hacía evidente. Había sido internado en un Geriátrico de la zona de Caballito y sus amigos de la Mesa de los Jueves, preocupados, nos movilizamos para que fuera sometido a un riguroso chequeo médico en un Hospital de la Ciudad de Buenos Aires, con suficientes recursos médicos y técnicos a los efectos de obtener un diagnóstico preciso y la derivación adecuada para su tratamiento, para lo cual hicimos las correspondientes gestiones. Lamentablemente, no nos fue posible luego retomar el contacto con él. Nos ha llegado ahora la noticia de su fallecimiento. Sabemos que fue velado en la localidad de Ciudadela y que sus restos reposan en el Cementerio de Flores. Perdurará su recuerdo. V.O.G.C.

domingo, 19 de agosto de 2007

LA CANCHA DE INDEPENDIENTE Y LA BARBARIE DIRIGENCIAL

Por Víctor Oscar García Costa


Entendemos por ‘cultura’ el producto de todas las activi¬dades materiales y espirituales del hombre. En ese hacer-se, la cultura se autoproduce, constantemente. Dicho de otro modo: no hay cultura sin producción material y espiritual humanas. No por nada el vocablo cultura deviene del latino ‘colere’, que quiere decir cultivar. En los casos en que productos de otra cultura son in¬corporados, por simple asimilación o dependencia, el aporte sólo existe a partir de convertirse en un como-producto material o espiritual de la sociedad que lo recibe. Siempre en función del espacio-tiempo histórico y de los elementos deter¬minantes que van caracterizando el proceso económico, científico-técnico y social de cada pueblo. La conservación de esos productos materiales y espirituales que el hombre produce en cada espacio-tiempo histórico son los que permiten rastrear y comprender el pasado. De ahí que el gobierno, como órgano ejecutor del Estado, deba conservar y preservar el patrimonio históricocultural de la Nación y de su pueblo. Los llamados conservacionistas saben bien que lo que hoy parece descartable y sin valor adquiere una alta significación con el mero transcurso del tiempo. Gracias a esa actitud conservacionista es posible reconstruir el pasado hasta en sus mínimos detalles y desentrañar el espacio-tiempo histórico en su apreciación objetiva y también en la subjetiva, lo que nos permite colocarnos frente a problemas de conciencia que no son los nuestros. Por haberlo entendido así, ahí están el Coliseo de Roma y la Acrópolis de Atenas. Erostrato se llamaba el ignoto que incendió el templo de Artemisa, en Efeso, con el propósito de perpetuar su nombre mediante aquel acto vandálico. Algo semejante a la actitud de esos jóvenes rosarinos que recientemente destruyeron el aula de su escuela, como ellos mismos confesaron, ‘para pasar a la posteridad’. Son casos de erostratismo. Hemos recordado alguna vez que, al estallar la Revolución rusa de 1917, los jefes revolucionarios enviaron avanzadas para impedir que el pueblo destruyera el Palacio de Invierno de los Zares, en San Petersburgo, lo que es ahora el Museo del Ermitage. Se salvaron así miles y miles de obras de arte atesoradas por la monarquía rusa que, salvadas de la destrucción, están hoy al servicio de la cultura universal. Asimismo, hemos recordado que cuando Adolfo Hitler ordenó al general Dietrich Von Choltitz, Jefe del Comando Alemán en Paris, que destruyera la Ciudad Luz. A pesar de que los Aliados se encontraban a las puertas de Paris y de que las cargas de dinamita ya estaban colocadas, Choltitz desobedeció las órdenes de Hitler y preservó la ciudad, con su enorme valor histórico. Erostrato en Avellaneda El actual Club Atlético Independiente, constituido el 4 de agosto de 1904 en un café de Bolívar y Victoria -ahora Hipólito Yrigoyen- por jóvenes trabajadores de la tienda A la Ciudad de Londres, a los que no se dejaba integrar el equipo de la tienda, llamado Maipú-Banfield, quedó fundado por ellos oficialmente como Independiente Foot Ball Club el 1º de enero de 1905. Tuvo su primera cancha en un terreno alquilado en la intersección de Gaona y Bella Vista -ahora Donato Alvarez-, en la Capital Federal. Allí, el 19 de enero de 1905, día de calor insoportable, el equipo jugó su primer partido con su similar del Club Atlanta, que finalizó 2 a 2. A esa cancha se llegaba a caballo, en charret o en carro. Para orientar a los jugadores y público rivales se colocaba un cartel indicador en el almacén Del Chiodo, que estaba en Gaona y Boyacá. Teniendo en mira la afiliación a la Asociación Argentina de Foot Ball, sobre el final de 1905, se trasladó a la que habría de ser su segunda cancha, en unos terrenos situados en la Avenida San Martín, cuyas medidas eran reglamentarias, aunque le faltaba pasto. En 1906, la llamada Escuela del Oeste les alquiló, en $ 10 mensuales un terreno de 120 X 100 metros, en Avenida Alvear y Tagle, que habría de ser la tercera cancha, de medidas reglamentarias pero a la que, como a la anterior, le faltaba pasto, lo que dificultaba la aceptación a su pedido de afiliación a la Asociación Argentina de Foot Ball. Después de volver a la cancha de la Avenida San Martín, terrenos que no habían abandonado y que fue la cuarta cancha, a fin de ese año 1906 alquilaron un terreno en Manuel Ocantos al 600, haciendo pie, por primera vez, en la ciudad de Avellaneda en la que fue su quinta cancha. En 1910, hubo una nueva mudanza a la sexta cancha situada en Avenida Mitre al 2000 de Avellaneda, en el paraje conocido como La Crucecita. En la madrugada del 4 de agosto de 1923 un incendio convirtió en cenizas las tribunas de esa cancha, las que fueron reconstruidas con esfuerzo. Finalmente, llegamos a la septima cancha con la construcción del estadio de cemento con capacidad para unas 55 mil personas, inaugurado el 4 de marzo de 1928, levantado en las calles Alsina y Almirante Cordero –hoy Ricardo Bochini- en la ciudad de Avellaneda. El de Independiente fue el primer estadio de Sudamérica construido integramente en cemento. Nunca tuvo un nombre oficial hasta que en el año del centenario del Club se realizó, mediante una votación a través de la página web del Club, una consulta para ponerle un nombre oficial. El nombre ganador fue "Libertadores de América", que se impuso por muy pocos votos al de "Ricardo E. Bochini". No por ello dejó de ser el estadio “de la doble visera de cemento", en razón de las viseras vieja y nueva, esta última inaugurada el 20 de agosto de 1961. A principios de la década de los años 70 se construyó la Tribuna Alta Cordero, primero llamada La Intercontinental y luego Herminio Sande, manteniendo las características arquitectónicas originarias. Durante la última Presidencia de Pedro Iso, se tramitó ante la Confederación Sudamericana de Fútbol y ante la Asociación del Fútbol Argentino, pedidos oficiales para que fuera declarada "Monumento del Fútbol Sudamericano". Como si fuera poco, una ordenanza municipal, la 8.998, del 21 de diciembre de 1992, unos 60 inmuebles, entre los que están la Cancha y la Sede del Club Atlético Independiente, la de Racing, el hospital Fiorito, el teatro Colonial y el Frigorífico La Negra, fueron declarados bienes de interés patrimonial municipal de la ciudad de Avellaneda. Por el artículo 9 de la citada Ordenanza se estableció que todo trámite de demolición, nueva construcción, ampliación, reciclaje y reconstrucción, entre otros, debe contar con el estudio y recomendación de la Dirección de Planeamiento Físico y la aprobación del Concejo Deliberante. El estadio de la doble visera cayó bajo la piqueta movida por la enciclopédica ignorancia municipal y por el espíritu de Erostrato encarnado en la dirigencia del mismo Club Independiente. Cuánta pena y cuánta indignación.
Publicado en Nuevo Siglo On Line - 19 de agosto de 2007

miércoles, 15 de agosto de 2007

EL DEDO Y LAS FORMAS

Por Víctor Oscar García Costa

Seguramente por haberlo aprendido de nuestros maestros en la vida política y social y haberlo comprobado después hasta el hartazgo, estamos convencidos de la necesidad del respeto por las formas institucionales establecidas. De ese aprendizaje nos viene el convencimiento de que los que menos fuerza tienen, normalmente son los que tienen más razón. Porque la verdad es que si no tienen la fuerza y tampoco tienen la razón, entonces no tienen nada. Y es por eso mismo que los más débiles no deben desentenderse de las formas institucionales y de su respeto, aunque ese desentenderse obedezca a la razón, normalmente efímera y circunstancial, de que esa vulneración de las formas aparentemente los favorece. Los más débiles en la estructura social son los que más deben aferrarse a la defensa de las formas, especialmente a las formas del Derecho, en las que reside el máximo de su protección jurídica.
El olvido de las formas institucionales trae, más tarde o más temprano, grandes dolores a los sectores más débiles de la sociedad. Los argentinos tenemos muchísimos ejemplos de ello, hasta alcanzar el carácter de verdaderas tragedias. La teoría según la cual si la vulneración de las formas nos favorece debemos mirar para otro lado, es un pésimo consejo. Los que pueden vulnerar y normalmente vulneran las formas, muchas veces sin necesitarlo, son los que tienen el poder para hacerlo y, precisamente por eso, los más débiles no deben desentenderse de ello. Es posible que hoy las vulneren de manera que pueden favorecer a los más débiles, pero mañana seguramente van a ser vulneradas para afectarlos en sus derechos o para justificar los privilegios de los que más tienen.
No hace mucho tiempo, a pesar de que la Constitución dice que la confiscación de bienes está borrada de nuestro sistema institucional, el poder ejecutivo estableció el corralito y luego el corralón y a cientos de miles de modestos ahorristas le fueron confiscados sus ahorros. Los perjudicados entonces no miraron para otro lado, pero fue porque se trataba de sus intereses económicos más directos.
El Constitucionalismo ha sido un gran avance en el sentido de establecer las formas institucionales y de preservarlas. No tenemos la ingenuidad de creer que la Constitución es ajena a la estructura económicosocial de la Nación. De ninguna manera. Cada Constitución es el reflejo de la estructura económico social de su tiempo, y en una sociedad dividida en clases, la justicia es de clase, la educación es de clase, todo es de clase, pero a medida que las mayorías populares van alcanzando un mayor espacio de participación, la Constitución y las formas son, además de una limitación al poder de los más fuertes, la posibilidad de una mayor garantía para la preservación de los derechos de los más débiles.
Cuando se ha elegido un sistema institucional regido por normas constitucionales y legales hay que ajustarse a ellas. Sólo el DERECHO A la Revolución, entendida ésta como el derecho a cambiar las estructuras económico-sociales, justifica la alteración del sistema institucional para crear uno nuevo como DERECHO DE la Revolución.
Más allá de la simpatía con que vemos muchas de las acciones de este gobierno, no nos gusta el dedo -mucho menos familiar- como instrumento de elección de los candidatos. Aún reconociendo la profunda crisis de los partidos políticos, la dedocracia es, además de inconstitucional, normalmente funesta. No importa que hoy favorezca o aparentemente favorezca a la voluntad de los más débiles. El sistema elegido, por no nacer en el DERECHO DE una Revolución, es francamente monárquico y antirepublicano.
Nos atreveríamos a decir más: aunque la fórmula digitada fuera plebiscitada electoralmente, conllevaría un vicio de origen que la afectará siempre.
Si no fuera así tendría validez aquella afirmación del dirigente conservador Matías Sánchez Sorondo, ’’el enterrador’’, ministro del interior del dictador José Félix Uriburu, ’’von Pepe’’, que sostenía el absurdo de que si el pueblo elegía un dictador eso sería una ’’dictadura democrática". (Publicado por Argenpress, Nuevo Siglo, Pregón, de Jujuy, La República, de Corrientes, El Tábano).

miércoles, 4 de abril de 2007

LAS ISLAS MALVINAS. UNA HISTORIA INCOMPLETA

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Por Víctor García Costa
Tenía pensado escribir sobre el tema Malvinas al aproximarse el 25 aniversario de la recuperación de las Islas, pero decidí esperar, convencido de la oportunidad y certeza del refrán que dice que “no por mucho madrugar amanece más temprano”. La espera me permitió comprobar que poco nuevo se puso en conocimiento público en estos días, que el recordatorio siguió acusando grandes olvidos y que hay grandes sectores de la vida nacional con rica presencia, que aparecen como ausentes antes, durante y después del conflicto bélico. Ha habido en estos días, mucha anécdota, poca historia y saltos, como sobre ascuas, por sobre importantes episodios transcurridos entre el 2 de abril de 1982, día de la recuperación, y los días de junio de ese año, en que se reconoció la derrota militar.
No quiero hablar ahora de los grandes capítulos que continúan en silencio. Lo iré haciendo en sucesivos artículos. En éste, sólo quiero señalar que ningún órgano de prensa, ni periodista, gráfico, radial o televisivo,recordó que hasta 1934 jamás el Congreso Argentino había tratado el tema Malvinas.
Al Parlamento llevó la denuncia de la usurpación, por primera vez, el Senador Alfredo L. Palacios al plantear, el 21 de septiembre de 1934, la necesidad de que la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares hiciera una edición en castellano del libro de Paul Groussac, en francés, Les Iles Malouines, publicado por la Editorial Coni en 1910. En la oportunidad, Palacios señaló que era necesario “que todos los habitantes de la República sepan que las islas Malvinas son argentinas y que Gran Bretaña, sin título de soberanía, se apoderó de ellas por un abuso de fuerza”.
Convertido su proyecto en ley 11.904 se encomendó a la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, presidida por Juan Pablo Echagüe, además, compendiar la obra de Groussac a efectos de distribuirla en todos los establecimientos de enseñanza de la Nación. Así conocieron los niños y adolescentes argentinos los derechos argentinos en Malvinas.
El senador Palacios no dejaría de volver sobre el tema en 1936, 1939, 1941, 1961 y 1964, pocos meses antes de morir.
Ese mismo año 1934, Palacios publicó el primer libro argentino sobre la materia: “Las Islas Malvinas. Archipiélago Argentino”, editado y reeditado en 1946 y 1955 por Claridad, con un material completísimo que reúne todas las razones históricas, geográficas y políticas que respaldan los derechos soberanos de Argentina en Malvinas.
También se ha olvidado que en casa de Alfredo L. Palacios, Charcas 4741, el 19 de octubre de 1939 se fundó la Junta de Recuperación de las Malvinas, presidida por él e integrada, entre otros, por los escritores Juan Carlos Moreno y Antonio Gómez Langenheim, autores de importantes obras sobre las Malvinas.
Muchos años antes, en 1898, otro socialista, Roberto J. Payró en su extraordinaria obra La Australia Argentina, denunció la usurpación y se quejó de la nomenclatura inglesa en la región patagónica.
En 1940, en su trabajo Argentina, y en 1946. en su libro Las Islas Malvinas, otro socialista, Alberto Gerchunoff, decía con un dejo de impotencia: “Nos resignamos, pues, y continuamos leyendo la literatura de los cancilleres, en que se seguía, de lapso en lapso, recordando a Gran Bretaña que nos debe devolver lo que nos hurtó en 1833, esas Islas Malvinas, amadas con desinteresado amor porque nos las habían quitado con la razón brutal de la fuerza, y que veíamos, esfumadas en la niebla, agobiadas en la melancolía de su silencio, en los brazos del círculo muerto del Polo Sur".

domingo, 11 de marzo de 2007

2007/02/20
APUNTES PARA UNA HISTORIA
UN RECUERDO DE HERMINIO IGLESIAS
Por Víctor O. García Costa
El 16 de febrero falleció el dirigente peronista Herminio Iglesias, que ocupó importantes cargos en la conducción de su Partido y fue Intendente de Avellaneda y Diputado Nacional. Provenía del movimiento obrero, en el que había sido metalúrgico en Avellaneda.
Amado y odiado, se le endilgó sin fundamento la culpa de la derrota de la fórmula Luder-Bittel por la fórmula Alfonsín-Martínez en las elecciones de octubre de 1983, a raíz de haber procedido a quemar un ataúd con los símbolos de la Unión Cívica Radical durante el acto justicialista de cierre de campaña en el palco levantado frente al Obelisco. No se pierde una elección por un acto folklórico. Hay y hubo razones más profundas para esa derrota.
De origen muy modesto, intuitivo y rudimentario, fue motivo de chanzas y verdugueos porque dijo en un reportaje "conmigo o sinmigo", lo que luego dio lugar a largos debates académicos sobre la procedencia o improcedencia del vocablo. Era un hombre de acción, de lo que tenía diversas huellas en su cuerpo, producidas por tajeadas y balazos
Lo traté en muchas reuniones políticas y me encontré con él varias veces en un local de la calle México donde solía jugar al billar y si bien es cierto que se lo ha criticado con dureza, debo decir que fue un dirigente con códigos y que su palabra tenía más valor de compromiso que el de muchos dirigentes políticos que he conocido.
Fue un luchador muy valiente en la provincia de Buenos Aires durante la dictadura de Onganía y recuerdo un episodio durante la dictadura instaurada en 1976. Nos habíamos reunido unos pocos en la Confitería del Molino para firmar un documento de escasas cuatro líneas reclamando por los desaparecidos, que yo debía llevar para la firma del doctor Balbín. Cuando estábamos en esa tarea llegó un dirigente político tucumano y nos dijo que por conversaciones que había tenido hacía pocas horas, la firma de ese documento podía traernos serios problemas personales por la reacción de la dictadura. Herminio, casi como una réplica a la advertencia, preguntó: ¿Dónde hay que firmar? y estampó su firma.
No he tenido con Herminio Iglesias prácticamente ninguna coincidencia ideológica ni metodológica, pero creo que es honesto, sobre todo cuando se ha ido de la vida, recordar un gesto valiente que, seguramente, nadie memorará, ocupados todos con el cajón quemado y el conmigo y sinmigo.